El Carmelo, Barcelona. 1972. Ha empezado a excavarse el Túnel de la Rovira. La obra implica la expropiación forzada de miles de vecinos y la demolición de una parte del barrio. Pocos años más tarde, los trabajos se paralizan y el barrio queda cortado por una inmensa zanja en la que proliferarán ratas y gatos. Ejemplificando la escasa atención del Ayuntamiento de la época a los barrios más periféricos, tendrán que pasar más de diez años para que el proyecto se retome y el túnel se inaugure, conectando por fin El Carmelo con la gran ciudad. 1987. A pocas calles, está naciendo el autor de este volumen.

Las excavaciones aquí incluidas usan las herramientas de la ficción para abrir una galería de túneles en la oscura tierra de la memoria. Sin embargo, así como es imposible excavar sin remover la tierra y levantar polvo, lo que se encuentra a menudo tampoco es lo que se buscaba, y lo que se olvida o se recuerda no obedece a nuestra voluntad. ¿Era esta la historia que se quería contar? La única manera de saberlo es clavando la pala.

Los cuatro relatos que componen este volumen se enfrentan a las consecuencias de excavar: modificar el punto de partida, tal vez, para siempre.

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