Hours: Monday to Friday from 9:30 to 20:30 / Saturday from 10 to 20.30 / Sunday and Holidays from 11:30 to 14:30 & 17:30 to 20:30 Pau Claris 144 Barcelona - 93.317.25.27 - correu@documenta-bcn.com
Desde tiempos muy remotos el hombre ha sentido la curiosidad o necesidad de desentrañar la misteriosa esencia de las cosas, su último significado, su espíritu. De ahí que a los destilados se les llame bebidas espirituosas. Egipcios, griegos y romanos advirtieron que, tras el calentamiento de los líq...
Desde tiempos muy remotos el hombre ha sentido la curiosidad o necesidad de desentrañar la misteriosa esencia de las cosas, su último significado, su espíritu. De ahí que a los destilados se les llame bebidas espirituosas. Egipcios, griegos y romanos advirtieron que, tras el calentamiento de los líquidos, los vapores condensaban los aromas y sabores. Fueron ellos los primeros alquimistas, el egipcio kemi da kimiya en árabe y del árabe procede alquimia. Gracias a los árabes y al médico valenciano Arnau de Vilanova (1238-1311), profesor de la Universidad de Montpellier, triunfó el aguardiente, designado con un amplio abanico de nombres tanto en Europa como en Oriente. El alma o espíritu del vino apareció en el coñac, brandy, armagnac, orujo, grapa y pisco. Los cereales, plantas y patatas se transformaron en whisky, ginebra o wodka. Que fue para Picasso una de las principales características de la Francia de posguerra: «Brigitte Bardot, el jazz moderno y el wodka polaco». Las frutas prestaron su aroma y sabor a los llamados alcoholes blancos como el calvados normando o el slivovitc de Los Balcanes, la matalaúva y la badiana se encarnaron en anisados como el Marie Brizard, que animaba las fiestas del duque de Richelieu en Burdeos, o el machaquito que Ava Gardner mezclaba con cerveza, llamando a dicha mezcla diente de perro, o la copita de ojén con su popular soniquete, para vino Colección Visual X acabar en licores como el benedictine o el chartreuese, fruto de la labor callada de los monjes, en los cordials o en la absenta que enloquecería a la bohemia literaria del siglo XIX. El «vino hervido» de Hipócrates se convertiría con el andar del tiempo en delicioso vermú, y los licores servirían para estimular la fantasía y dar vistosidad a un buen número de cócteles.
This website stores data as cookies to enable the necessary functionality of the site, including analytics and personalization. You can change your settings at any time or accept the default settings.
Necessary cookies help make a web page usable by activating basic functions such as page navigation and access to secure areas of the web page. The website cannot function properly without these cookies.
Personalization
Personalization cookies allow the website to remember information that changes the way the page behaves or the way it looks, such as your preferred language or the region in which you are located.
Analysis
Statistical cookies help web page owners understand how visitors interact with web pages by collecting and providing information anonymously.
Marketing
Marketing cookies are used to track visitors on web pages. The intention is to show ads relevant and attractive to the individual user, and therefore more valuable to publishers and third-party advertisers.