LA ISLA TRASNOCHADA

Janvier es el responsable de Do iT Internacional para Bolivia, asociación de coaching ontológico que promete a un grupo de «selectos» su traslado al paraíso (Estados Unidos). A la espera del avión salvavidas y ante un posible desabastecimiento en La Paz, se encierran voluntariamente en el moderno mall UltraCentro.

«El centro comercial, además de un espacio de entretenimiento insuperable, era símbolo y monumento de la llegada de la ultramodernidad a la ciudad. La blancura de cristal que se proyectaba desde los cañones de luces led a lo largo de amplios corredores revestidos de porcelanato y los paneles de fino Durlock en el cielo falso, daban la sensación de estar en una enorme nave espacial: uno de esos cruceros imperiales de la saga de Star Wars. En una galaxia muy, muy lejana…»

Reflejo de una realidad esperpéntica, los personajes de esta parodia lidian con la cara más grotesca que les saca el confinamiento. Como si fuera una granja de Orwell trasladada a la Bolivia de este tercer milenio, más allá del humor y sarcasmo —además de un utopismo aberrante—, Belisario Flores (pseudónimo de Diego Loayza y Mario Murillo) no da puntada sin hilo al describir la realidad de las sociedades latinoamericanas actuales.

«Más actual que nunca, la novela "La isla trasnochada" anticipa en tres años el golpe militar en Bolivia, la revuelta popular, el temor por la incertidumbre y la
experiencia de confinamiento.» Cristina Fangmann (diario «Opinión»)